lunes, 19 de octubre de 2009

17 de Octubre: DIA DE LA LEALTAD


El 17 de Octubre de 1945 se desperto la gran masa anestesiada, eclosiono el alma silenciosa y silenciada del pueblo, las columnas de obreros se movilizaron espontaneamente con un unico objetivo: Rescatar al lider de los trabajadores argentinos, Juan Domingo Peron.

Obligado a renunciar por la oligarquia y preso en la isla Martin Garcia el pueblo se organizo y salio a las calles. Las columnas obreras empezaron a poblar la ciudad, el rumor del pueblo fue creciendo y agigantandose, la multitud coreaba una cancion popular: "yo te dare, te dare Patria Hermosa, te dare una cosa, una cosa que empieza con P, ¡Peron!". Y aquel Peron resonaba como un ca·onazo, el ca·onazo del pueblo que venia a rescatar a su lider, las grandes masas populares se decidieron a dictar el veredicto lapidario ante la crisis politica producida por la obligada renuncia del lider de los trabajadores.

Los trabajadores abandonaron las fabricas, los surcos, los yerbales, las chacras, los servicios de transporte. Grupos compactos de trabajadores fueron atravesando los puentes que unen Avellaneda con Buenos Aires y se dirigian hacia el centro de la ciudad. Sus gritos y voces despiertan el panico de los habitantes, los comerciantes bajan las cortinas de sus negocios.

Venian de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y de Villa Crespo, de las manufacturas de San Martin y Vicente Lopez, de las fundiciones y acerias del riachuelo, de las hilanderias de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendian de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peon de campo de Ca·uelas y el tornero de precision, el fundidor y el mecanico de automoviles, el tejedor la hilandera y el empleado de comercio.

El sector centrico de la ciudad era irreconocible. Buenos Aires era ocupada por centenares de miles de trabajadores enfurecidos.

Las manifestaciones obreras confluian en la Plaza de Mayo y, rendidos por la marcha, numerosos manifestantes refrescan sus pies en las fuentes de la plaza, como un duro mensaje a quienes observan horrorizados desde los balcones "la conquista de Buenos Aires".

Otros llegan montados en caballos, agrupados en camiones, trepados al techo del tranvia, amontonados en colectivos que debieron cambiar su recorrido y dirigirse hacia Plaza de Mayo con carteles improvisados brindando su apoyo y exigiendo a las autoridades la inmediata liberacion de Peron.

Esa gigantesca concentracion obrera inauguraba el 17 de Octubre, era la union entre el pueblo trabajador y su lider, Peron, era el subsuelo de la Patria sublevado, era el cimiento basico de la Nacion que asomaba y que inscribia un nuevo capitulo en la historia Argentina.

Con improvisadas antorchas hechas con ejemplares de "La Prensa" retorcidos en llamas los trabajadores iluminaron esa maravillosa noche, hasta que se asomo al balcon el lider rescatado por su pueblo, y sellando un pacto de lealtad eterna, Peron los llamo por primera vez por su nombre: ¡Trabajadores!